miércoles, 25 de noviembre de 2015

Inteligencia Artificial (Parte 1: señales)

El día de ayer Google mostró un doodle, con su característica visual para recrear su logo, sobre los 40 años del descubrimiento de Lucy, la prehistórica muestra de nuestra ascendencia darwinista. En el Doodle mostraban la evolución de Lucy hacia los humanos y se percibía un claro trazo de que la evolución seguía, no se detenía ahí sino continuaba hacia la tecnología digital.

Sobre ello, quiero hablar, no sobre el miedo a la inteligencia artificial, sino el futuro al que nos dirigimos.

Para poder diseñar el futuro, entenderlo, uno puede seguir el cono de design future.
Encontrar las señales, entender las tendencias para poder planear escenarios futuros.

Las señales son cada vez más claras.
Señal 1: Internet 3.0
El internet de las cosas significa que los objetos que nos rodean estarán conectados entre sí y podrán comunicarse para brindarnos un servicio específico. Si el refrigerador es inteligente y sabe que consumes un litro de leche cada dos días o una caja de huevos a la semana, en el momento en el que quede medio envase solicitará al súper que le envíen las raciones para la semana.
Las preferencias de cada usuario se almacenarán en los diferentes dispositivos.

Señal 2: Internet veloz y accesible en cualquier parte
Si todo el mundo tuviera internet a alta velocidad, se crearía una hiperinterconexión, es decir todo el mundo estaría conectado a redes de datos artificiales. Con ello, la inteligencia artificial podría desplazarse en redes inmensas a altas velocidades, más rápido y con mayor exactitud que una red neuronal.
Esto es ya una realidad. En la Universidad de Edimburgo, el profesor Harald Haas ha desarrollado el Li.Fi, una superconección, 100 veces más veloz que Wi-Fi que se desplaza por pulsión eléctricas de luz visible, es decir en focos, por lo que en un futuro cercano podremos tener internet a alta velocidad en cualquier punto que tenga luz.
Sobre ello declararon: “Todo lo que necesitamos hacer es colocar un pequeño microchip a cualquier potencial dispositivo de iluminación y entonces esto cubriría dos funciones básicas: Iluminación y transmisión de data inalámbrica. En el futuro no sólo tendremos 14 billones de bombillas, sino también podríamos tener 14 billones de dispositivos Li-Fi instalados alrededor del mundo.” 
Si esto fuera hoy, en cien años el impacto será mucho mayor, este sería el mundo hiperconectado.


Señal 3: Los robots son pensantes.
Cuando Isaac Asimov desarolló sus tres leyes de la robótica, la gente creyó que sería ciencia ficción no proyectiva, una invención divertida no una anticipación tan cercana. Hoy, los robots tienen la capacidad de decidir.
La empresa Aldebaran Robots está construyendo robots amigables que tienen capacidad de decisión, aún e contra de lo que el humano le ordena, si consideran que puede afectarlo a sí mismo. Además, tiene la capacidad de aprendizaje a partir de la repetición de conductas humanas.



El primer paso del aprendizaje es entender lo que el otro determina, el segundo paso, y más importante, es confirmar o rebatir la información de acuerdo a la realidad. Más allá del proyecto de Turing, que compartí por este blog (the-imitation-game-alan-turing), los robots son capaces de decidir por ellos, aún esas ordenes contradigan las de los humanos.

Señal 4: Deseamos que ello ocurra.

Sobre estas cuatro señales, la tendencia es que las máquina se comuniquen entre ellas y tomen decisiones, es decir, Inteligencia Artificial.

En el próximo post hablaré de las repercusiones que conlleva la Inteligencia Artificial y las nociones utópicas y distópicas de este futuro cercano.

No hay comentarios: