viernes, 18 de diciembre de 2015

Qué escribir, la no eterna pregunta

Elegir un tema sobre el que escribir es una decisión difícil, más si eres una persona con mayor creatividad que disciplina.
Cada día, viendo una serie de televisión, una película, leyendo el periódico, aparecen historias que me gustaría contar: niños comunistas entrenados para ser asesinos a sueldo, spin off de superhéroes, historias de amor y de guerra, sin importar el orden de los factores, historias del pasado o del futuro, crónicas históricas que merecen ser vividas en imaginación propia, reescritura de historias magníficas mal escritas, entre un largo etcétera que me lleva a una simple conclusión: Uno no escribe lo que le gustaría que le contaran, uno lee lo que le gustaría que le contaran, uno escribe lo que otros no pueden contar.
Yo sé lo que tengo que contar, yo sé lo que debo escribir los siguientes años, la continuación de lo que escribo desde hace tres, que va más allá de un argumento a desarrollar por un efecto que crear.
Mi fin es transformar la narrativa, crear un vínculo entre la realidad y la ficción, ir más allá que los hombres que me hicieron elegir este camino. No sé si fracase o tenga éxito, pero sé que no será la historia que otros pueden contar, sino la historia que siempre me ha obsesionado tanto que sé que sólo yo la puedo desarrollar.
Espero que les guste, en un años que la concluya sabré si tuve el acierto al escribirla de esta forma, ahorita sólo sé que yo la tengo que contar y que, por fortuna, cada día aparecen nuevas historias que disfrutar, que otros me pueden contar de la forma en la que sólo ellos son capaces de hacerlo.

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