martes, 31 de marzo de 2015

Carta de motivos digitales

En 2008 me invitaron a dar una conferencia sobre literatura electrónica en el IV Foro digital de la UNAM, era el director de una revista electrónica (www.solario.com.mx) y ellos creían que tenía algo que decir. Lo que no sabían era la historia detrás de la revista. Un grupo de compañeros de la carrera de Letras hispánicas habíamos decidido formar una revista con dos lineamientos: abordaría la alta cultura y la única regla era que no podíamos autopublicarnos. Durante 7 años cumplimos las reglas y artistas de la talla de Angelina Muñiz-Huberman, Beatriz Espejo, Eugene Ionesco, Carlos Monsiváis o Francisco Hernández, entre muchos otros, apoyaron el proyecto, donando textos inéditos que permitían darle nombre a la revista e incluir a jóvenes en las demás secciones. Cuando me invitaron a dar esa ponencia, no podía pararme enfrente de especialistas y pares a explicar que la decisión de innovar en el campo de la lectura electrónica era por un impedimento económico -la diferencia monetaria entre publicar en internet o formato impreso es inmensa- así que decidí encontrar una justificación por lo que el mundo digital merecía ser explorado. Ese ejercicio académico me cambió la perspectiva.
 Durante los siguientes años, cuando estudiaba la maestría, ahondé de forma limitada en el tema, pero fue en 2012, cuando terminaba la tesis, que noté que el mundo digital era un futuro ineludible y los avances en la narrativa digital y sus posibilidades eran vertiginosos. Además, se gestaba un nuevo género narrativo, hiperdigital. En ese momento decidí enfocarme en la literatura digital.
En estos tres años he asistido a diversos cursos y talleres sobre creación digital y he impartido conferencias sobre el tema. A la par, le dedico algunas sesiones al tema en cada curso que doy en la Facultad de Filosofía y Letras (Narrativa, Literatura iberoamericana del siglo XIX-XX-XXI y Guión audiovisual, para las carreras de Letras modernas e hispánicas) con la certeza de que abordar temas de literatura digital es imprescindible para problematizar la literatura contemporánea.
Ahora, todo indica que la hegemonía del libro impreso se acerca a su fin y que los lectores del futuro cercano leerán en dispositivos electrónicos. Pero, ¿qué implicaciones –y de qué tipo- conlleva esta mutación? Si el desarrollo cultural y social continúa por el sendero actual, esta plataforma transformará dos elementos hermanados: se crearán nuevos esquemas de lectura y habrá cambios fundamentales en la senda creativa. Las consecuencias serán múltiples y los modos de afectación, diversos.
Los avances en la exploración de diversos soportes como parte de las indagaciones de la textualidad contemporánea, así como la re concepción tanto del autor como del lector, generan una prospectiva muy interesante para la creación y el estudio de la narrativa digital y sus posibilidades.
No creo que la novela vaya a desaparecer ni que el libro en soporte papel esté en proceso de extinción, creo que el soporte digital y las transformaciones socioculturales que ello conlleva pueden dar pie a la conformación de nuevos géneros literarios y nuevos procesos creativos y lectivos, como ocurrió con la imprenta.
Además, las posibilidades que el soporte genera me parecen apasionantes: las transformaciones en el proceso creativo (tema que desarrollé en mi tesis de maestría: Creación y escritura en Farabeuf de Salvador Elizondo) y en el proceso de interpretación, al transformar al lector en un co−creador, son radicales en sí por sus implicaciones. Por primera vez, la plataforma permite que se modifique la obra, no sólo se interprete. Este detalle, y los avances en el soporte, hacen que todo se transforme, el proceso creativo, la relación del autor con la obra, el acercamiento del usuario y, ante todo, la obra, sin un punto final que la clausure.
Creo que es fundamental abordar este tema pues la literatura digital y las mutaciones en el proceso creativo y lectivo seguirán avanzando a un ritmo acelerado. Soy consciente de que, al ser un tema nuevo, hay un número reducido de textos teóricos y metodológicos en español, pero cada vez se llevan a cabo más investigaciones sobre estos temas y nuestro país también debe sumarse al diálogo internacional.
La importancia de este tipo de crítica radica en acercarse a los procesos creativos como un proceso vivo. Esta aproximación permite vislumbrar las pautas creativas y las vertientes actuales para dilucidar cómo será la literatura en el futuro. Si el crítico entiende los procesos creativos, las decisiones autorales y del usuario, puede ser no sólo un guía de lectura sino de creación y vislumbrar los cambios que se originarán en y con la escritura digital. Por ello, estudiar la creación digital a través del análisis de los procesos autorales y de recepción debe ser una aproximación que se incluya en los estudios literarios.

Por todo ello, estudiaré durante los siguiente años, el proceso creativo, lectivo y las transformaciones en la narrativa a partir del soporte digital, en un momento personal en el que cuento con las condiciones de vida para invertir el tiempo y la energía necesarios para un proyecto de investigación de esta naturaleza. 
Dada la particularidad del tema, circunscrito en un cambio de paradigma, podría ayudar a difundir y contribuir a la investigación en México sobre literatura digital.

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